La Vida es la expresión del Ser de Luz. Es alegría. Es la abundancia de la dicha del Espíritu.
La vida es una corriente consciente que vibra en cada átomo. No existe materia inanimada. Hay vida en todo, hasta en las piedras. La materia vibra con vida, como han comprobado concluyentemente los científicos modernos. La vida es un viaje a través del océano infinito del tiempo, en el que el paisaje cambia continuamente. Vivir es viajar de la impureza a la pureza, del odio al amor universal, de la muerte a la inmortalidad, de la imperfección a la perfección, de la esclavitud a la libertad, de la diversidad a la unidad, de la ignorancia a la sabiduría eterna, del dolor a la dicha eterna, de la debilidad a la fortaleza infinita. La vida es una gran oportunidad que proporciona el señor a sus hijos de evolucionar hacia Él.
La vida es servicio y sacrificio. Es amor. Es relación. La vida es poesía y no prosa. Es arte e imaginación, y no ciencia. La vida es adoración. Somos peregrinos de paso en esta tierra. Nuestro destino es la Luz. Vamos en busca de nuestra herencia perdida. El propósito central de la vida es alcanzar una relación consciente de nuestra unidad con Dios. La vida no tiene significado en sí misma. Sólo lo adquiere cuando se convierte en el todo, cuando el alma individual se une al Alma Suprema.
La vida es una corriente consciente que vibra en cada átomo. No existe materia inanimada. Hay vida en todo, hasta en las piedras. La materia vibra con vida, como han comprobado concluyentemente los científicos modernos. La vida es un viaje a través del océano infinito del tiempo, en el que el paisaje cambia continuamente. Vivir es viajar de la impureza a la pureza, del odio al amor universal, de la muerte a la inmortalidad, de la imperfección a la perfección, de la esclavitud a la libertad, de la diversidad a la unidad, de la ignorancia a la sabiduría eterna, del dolor a la dicha eterna, de la debilidad a la fortaleza infinita. La vida es una gran oportunidad que proporciona el señor a sus hijos de evolucionar hacia Él.
La vida es servicio y sacrificio. Es amor. Es relación. La vida es poesía y no prosa. Es arte e imaginación, y no ciencia. La vida es adoración. Somos peregrinos de paso en esta tierra. Nuestro destino es la Luz. Vamos en busca de nuestra herencia perdida. El propósito central de la vida es alcanzar una relación consciente de nuestra unidad con Dios. La vida no tiene significado en sí misma. Sólo lo adquiere cuando se convierte en el todo, cuando el alma individual se une al Alma Suprema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
TU OPINION ME INTERESA.....